HUMO FEST
VIERNES 5
MAUSOLEO – SOFIA – SOMOS LA HERENCIA – VIUDA
SÁBADO 6
CUCHILLO DE FUEGO – IGOR – SANTA COMPANHA – LOS YOLOS
A PARTIR DE LAS 20:00
Entrada libre
CUCHILLO DE FUEGO
Cuchillo de Fuego se mueven en parámetros musicales cercanos al hardcore en cuanto a su rabiosa base guitarrera de aliento punk y textura noise/post-hardcore (leáse Melvins, Jesus Lizard…). En el caso del cuarteto pontevedrés su propuesta se condensa en temas de menor duración, afilados, duros y densos como el sílex y envueltos en unas letras incendiarias, lúcidas y también divertidísimas, escritas sobre papel de lija.
IGOR
Desde su primera demo “Walk the night” (Contubernio Records, 2015), con ese aire de música disco para zombis, demostró que su cara musical podía ser aún más ponzoñosa. IGOR se atreve con todo, desde los guiños a los cómics pulp, al cine giallo, a las historias de posesiones diabólicas y a toda la subcultura del terror deliciosamente plasmada en “Criaturas De Medianoche”. Va mucho más allá. En Dark Entries matarían por publicar la explosiva mezcla de experimentación electrónica, ritmos profundos, texturas analógicas, aliento lascivo y acabado gloriosamente hortera. Pero no, lo publicamos aquí, y estamos encantados.
MAUSOLEO
Mausoleo son un trío valenciano de esencia post-punk emocional, con una contundencia sonora y unas melodías progresivas que sudan nervio. Después de la excelente acogida por parte del público y los medios musicales de su EP “Extraño”, que pudieron enseñar en una extensa gira de presentación, en Marzo del 2020 la pandemia les lleva a pasar por el estudio Harrisound para grabar con Álex Román su primer LP, “Absolución” (Desorden Sonoro / Flexidiscos, 2020), en el que refuerzan aún más la contundencia sonora y el gusto por las melodías progresivas siempre acompañadas por la emocional lírica de la banda. Una maravillosa obra de post-punk rica en influencias pero con una personalidad única, difícil de encontrar ya no solo en bandas jóvenes, sino también en bandas consagradas.
SANTA COMPANHA
“Andad de día, que la noche es mía”. Esa es la frase que se dice que repite la Compaña mientras vaga por los caminos. Apenas cumplidos los 20 años, Ares, Mateo, Elvira y Lucía han formado en Valencia este cuarteto de post-punk etéreo y melancólico. Perlas de pop brillante, embelesador, a la vez atmosférico y directo como una flecha, empapado de ecos del pasado desde el presente más radical, cargado de amaneceres sin dormir.
En un mundo enterrado por la maleza de los siglos, Santa Companha nos transporta a duelos de guante blanco en los que todavía rigen normas caballerescas, y también a duelos por pérdidas íntimas, canalizados en melodías y lírica empañadas de colores en VHS y una bruma onírica que rechaza renunciar a la magia. La música de Santa Companha te invade poco a poco desde las profundidades de los bosques y, como la procesión de almas penitentes, te espera en el cruce de caminos para decirte “te toca a ti”.
SOFIA
Sofia es la combinación de loops sencillos con una voz suave y tímida que, en seguida, se fortalece con su multiplicación progresiva en armonías bajo un fraseo contundente. Subyacen a estos elementos distorsiones y ambientes acompañados de rítmicas medias y rápidas de baja fidelidad. Sus composiciones son minimalistas y oníricas, también irónicas y a veces crudas; cápsulas de gel que, al morderlas, nos transportan a paisajes caseros a la vez que alucinógenos, amor y rabia sarcásticos e inocentes mezclados con motivos medievales y mediterráneos, sintetizadores rotos con campanillas, ruido y flores.
SOMOS LA HERENCIA
Son tiempos especialmente enrarecidos, oscuros en muchos sentidos, en los que la displicencia, la censura y la violencia gobiernan muchos aspectos de nuestras vidas. Sin embargo, los sonidos que reinan prácticamente en todos los frentes de la música contemporánea no representan la sórdida atmósfera actual. Hasta ahora. Los madrileños Somos la Herencia, uno de los secretos a voces mejor guardados del underground estatal, debutan con “Dolo” (Humo Internacional, 2020), un devocionario sonoro que está llamado a ser la banda sonora de una época. Duros como un bocadillo de adoquines; cantando a la pena, a los pesares y a la crudeza y con un empaque tan agresivo como oscuro, se sitúan a medio camino entre la urgencia del post-punk, la electrónica contemporánea más experimental, la dark-wave más atmosférica, el witch house de vocación más pop y una suerte de hipnosis rock. A caballo entre la performance y el ritual, consiguen hacer rock desde los cables y electrónica experimental desde la cultura rock, acercándose a un marco tan minimalista desde el diseño sonoro, como maximalista desde la abrasión punk.
VIUDA
Con una inspiración casi demoníaca, cuatro asturianas han juntado su talento y brujería para dar a conocer Viuda. Decimos talento porque mezclar punk oscuro con copla no es fácil, pero ellas lo hacen como nunca antes se había oído. Puedes comprobarlo escuchando desde ya mismo su primer EP homónimo: cinco canciones de furia y puro veneno, traídas para corromper todas las almas puras que se presten a la ceremonia. Las letras pasarían perfectamente por conjuros y hechizos basados en la rabia y la perversión; sin dejar de lado su música imponente y acelerada, para que la fuerza y la magia de este cuarteto asturiano no pase desapercibida.
A golpe de castañuela y como si de un paso de Semana Santa se tratase, la condena y lo oscuro del destino son temas recurrentes en sus letras, también con ligeros toques de reivindicación y macabra ironía. En los directos, pura provocación, todo un ritual satánico a la altura de la magia negra del más alto nivel, acompañado de una energía y una intensidad guitarrera impredecible. Sin duda alguna, la música que querrías para tu entierro.
LOS YOLOS
Podríamos decir que los Yolos es un grupo del montón, de los cientos que surgen hoy día. Pero no nos equivoquemos, la aparente simpleza de las armónicas guitarras de los Yolos esconde una gran sensibilidad y complejidad que junto a sus letras melancólicas crean un pastel perfecto, aquel que crece al meterlo en el horno.
Los Yolos se van a incrustar en tu cabeza sin esperanza, y teñirán todo lo que está por venir de humedad, sudor y olor a cenicero. Porque ahora que todo el mundo suena a grupos de los 80, ellos dan una vuelta de tuerca y destrozan tus oídos con riffs atemporales, arrastrándose por moquetas imposibles, haciendo lo que les da la real gana.